viernes, 8 de marzo de 2013

Bulbos en clase

A principios de enero vine un día con cuatro bulbos de tulipán  a clase (ya era un poco tarde y tuvimos que dejarle fuera el tallito que ya había germinado, aun así nos preparamos a ver qué pasaba).
Antes de enseñárselos les conté un cuento que a mí me gusta de manera especial, era El pequeño rey de las flores de Kveta Pacovská. En este libro el pequeño rey de las flores una mañana planta en su reino muchos bulbos de tulipán.



Nosotros, como él, también plantamos nuestros bulbos.



Y los dejamos bien apretaditos en la tierra (ya veis que habían germinado un poquito, como os he dicho antes).


Cada día el encargado los regaba y veíamos cómo crecían, hasta que una mañana se armó un revuelo al llegar a clase pues uno de los bulbos se había abierto y nos mostró un tulipán morado, ¡¡era precioso!!.
¡Ah! Se me olvidaba, si os fijáis en la foto hay otro bulbo en medio, lo trajo Nora unos días después y también lo plantamos.



Y luego se abrieron los demás, unos morados y otros blancos; el problema que tienen los bulbos es que la flor dura muy poco, rápidamente se marchita.


Ahora tendremos que buscar alguna otra planta a la que cuidar en clase, será fácil pues tenemos muy cerca la primavera. 

Antes de despedirme me gustaría dejaros una foto del bulbo que plantamos el curso pasado (siempre me despisto a la hora de ir al vivero a comprar bulbos de tulipán y en esa ocasión tuve que elegir un bulbo de verano).
Estuvimos todo junio esperando a que se abriera y lo hizo justo ¡¡el día después de dar las vacaciones! ¡Qué mala pata!
Pero aquí está la foto que le hice para vosotros.
¡Es un regalo maravilloso ver cómo se abre una flor!


Bonito, ¿verdad? Se llama lilium.

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